Fantasma 4 [Aparición], 2017, (extrait), video monocanal, mudo, 23:55 aprox. en boucle.
Una gotita de sangre. Nadie la ha visto.
Ella vino para unirse a una pila de manchitas indeterminadas.
Es porque un chico decidió recortar y pegar cosas,
y no quiere que lo veamos. Recorta y pega e imagina que de pronto
nadie verá jamás ese corte y pegue en medio de las manchas, del polvo,
de huellas de dedos, de gotas de sangre. Él imagina los ocupantes del lugar
pasando delante de su corte y pegue sin darse cuenta.
Y esto lo pone muy contento.
Hay una sonrisa pícara en su rostro.
Esto le da corazón a la obra, él silba un poco, se olvida que puede ser oído,
que podría atraer a alguien. De hecho, su corte y pegue es tan discreto que la gente
que pasa a su lado no se entera que está invadiendo el lugar.
Que toma posesión, lentamente, de la superficie de un vidrio.
Y puede ser que no sea nada, un vidrio, me dirán ustedes.
Pero un vidrio más un vidrio más un vidrio, va a terminar siendo un montón de vidrios.
Y como aquí no faltan los vidrios –de por cierto se podrían contar,
y así realizar la importancia de los vidrios en este lugar–
uno se puede imaginar lo que resultaría, luego de un año de un corte y pegue tan discreto como persistente.
(Anna Mermet. Hôtel Pasteur, 2017)
Fantasma 4 [Aparición], 2017, (extrait), video monocanal, mudo, 23:55 aprox. en boucle.
(vista de exposición), Un peu de soupçon, Carlos Bernal Barrera, Anna Mermet y Adrien Abline, exposición del 27 de enero al 10 de febrero 2017, Hôtel Pasteur, Rennes, Francia.
A partir de mayo del 2016 y durante varios meses, fui a dibujar sobre las ventanas del Hôtel Pasteur con cinta adhesiva trasnparente. Estas intervenciones habitan el “entre dos” por el que penetra la luz. Yo las he llamado fantasmas. Fugitivas a la vista, su carácter de casi invisibles produce situaciones de infiltración en los eventos que tienen lugar en todo el edificio.
Nunca señalaré sus ubicaciones exactas, ellas deben continuar camufladas, estando únicamente disponibles para una mirada atenta. Ellas se instalan en la desaparición, en lo casi invisible. “Puede ser” es la mejor manera para hablar de ellas. Sin embargo ellas quieren, ellas deben ser vistas.
Para aparecer, el fantasma debe haber existido. Entonces, ¿cómo evocarlas haciendo justicia a su condición?
Yo propuse un video que busca realzar la plasticidad de los dibujos: su transparencia, su color, su textura, su escala… Así un rayo de luz, una fantasmagoría devela su personalidad, permitiendo a cada fantasma decir yo soy.
Esta aparición ocurrió en boucle en un estante-vitrina de la antigua biblioteca de la otrora Facultad de Odontología de Rennes (hoy Hôtel Pasteur), del 27 de enero al 10 de febrero 2017 durante la exposición titulada Un peu de soupçon (Un poco de sospecha).
(Febrero 2017)
– No he desaparecido, ¡te has quedado en el mismo lugar el cual ya no es el adecuado para percibirme! dice el fantasma.
(Soliloquio de un fantasma)